viernes, 30 de abril de 2010

Recursos Tecnológicos En Educación

Objeto de aprendizaje

El concepto objeto de aprendizaje (OA), ha presentado una evolución que inicia en los años 70 con un concepto técnico, el cual se ha ido desarrollando hacia un concepto educativo. Precisamente en este campo, la Corporación de Universidades para el Desarrollo de Internet (CUDI), ha venido trabajando en su definición: Un OA es una unidad informativa digitalizada con un propósito educativo, pues busca la generación de conocimiento, habilidades y actitudes que tiene sentido para el sujeto de aprendizaje y el cual corresponde con una realidad concreta (Ramírez, 2008).
Entre algunas de las características de un OA tenemos que:
Debe tener dos componentes, el pedagógico y el tecnológico.
Debe poder ser reutilizado, permitir interoperabilidad, accesibilidad y duración en el tiempo. Puede ser subido, configurado en una plataforma de gestión de aprendizaje.
Cuando se habla del aspecto pedagógico, se hace referencia a los componentes internos que pueden ser editables como estructura didáctica, objetivos, unidad instruccional, los respectivos mecanismos de evaluación y otros componentes que pueden variar según la institución que produzca estos recursos.
El componente tecnológico alude a la estructura externa (metadato), es decir la información que facilita su almacenamiento, identificación y recuperación del material.

Recursos educativos abiertos

El cada vez más acelerado avance científico y tecnológico ha impulsado el surgimiento de una nueva sociedad, la sociedad del conocimiento, gracias además al uso generalizado de las tecnologías de la información y la comunicación en los diferentes ámbitos de la actividad humana. Es así como “La educación se encuentra en una apasionante encrucijada; la de la ineludible adaptación de los procesos de enseñanza/aprendizaje a la sociedad del siglo XXI” (Gertrúdix et al, 2007) Es precisamente esta situación la que ha propiciado un nuevo reto, ya que el conocimiento se puede catalogar como un bien público y el que puede compartirse y mejorarse aprovechando óptimamente la red.
Surge entonces una gran gama de necesidades y de requerimientos desde el punto de vista educativo y formativo y que a su vez fomenta la creación de materiales digitales educativos de calidad, que se puedan difundir, compartir, evaluar, mejorar y reutilizar.
En el año 2002, la UNESCO adoptó la sigla OER, por sus iniciales en inglés Open Educational Resouces y al traducirla al español REA por sus iniciales Recursos Educativos Abiertos en un foro internacional donde se discutió sobre el impacto de los cursos abiertos para la educación superior.
El portal Eduteka cita de la siguiente manera la definición de OER (REA) que es más comúnmente aceptada: “Recursos para enseñanza, aprendizaje e investigación que residen en un sitio de dominio público o que se han publicado bajo una licencia de propiedad intelectual que permita a otras personas su uso libre o con propósitos diferentes a los que contempló su autor” (2007).
Sicilia (2009), propone en su documento que el concepto abierto de estos recursos no se limite únicamente a los contenidos, ni a los materiales finales que se utilizan en el aprendizaje, sino que abarque todo el diseño en sí, como: las técnicas de diseño, la estructura de actividades, las presuposiciones del diseño, es decir todos esos elementos que hacen parte del proceso intelectual.

Evaluación del aprendizaje en la educación con recursos tecnológicos

Desde siempre las prácticas evaluativas han dejado un sabor amargo entre los diferentes actores del proceso educativo, dado el problema de desconfianza que se suscita entre unos y otros. Los profesores por desconfiar en la honestidad de quienes los presentan, los estudiantes no creen en la imparcialidad de quienes evalúan y la sociedad por no confiar en el criterio de las instituciones para seleccionar a los estudiantes competentes que recibirán su título académico. Y la modalidad de educación a distancia no es ajena a esta problemática, añadiéndosele otros factores de desconfianza.
Valenzuela (2007) propone siete prácticas de evaluación del aprendizaje derivadas de las que un profesor de modalidad presencial realiza con algunas variantes:

Aplicación de exámenes en forma presencial
Aplicación de exámenes en forma virtual
Asignación de trabajos
Evaluación de desempeño en foros asincrónicos de comunicación
Evaluación de desempeño en foros sincrónicos de comunicación
Autoevaluación
coevaluación.

REFERENCIAS

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2007) (Comp). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa. (Capítulos 12 y 13)

Gértrudix Barrio, M., Álvarez García, S., Galisteo del Valle, A., Gálvez de la Cuesta, M. C. y Gértrudix Barrio, F. (2007). Acciones de diseño y desarrollo de objetos educativos digitales: programas institucionales. Revista de Universidad y Sociedad del conocimiento, 4, 1, 14-25. Recuperado el 24 de abril de URL http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/780/78040107.pdf

Silicia, M.A. (2007). Más allá de los contenidos: compartiendo el diseño de los recursos educativos abiertos. Revista de Universidad y Sociedad del conocimiento, 4, 1, 26-35. Recuperado el 25 de abril de URL http://www.uoc.edu/rusc/4/1/dt/esp/sicilia.pdf

Eduteka (noviembre de 2007). Recursos educativos abiertos. Recuperado el 27 de abril de URL http://www.eduteka.org/OER.php